Hace unos días estuve platicando con un amigo mío que fue Muy Respetable Gran Maestro de la Muy Respetable Gran Logia Benito Juárez García del Estado de Oaxaca, una institución que está infestada de obradoristas y me dijo admirado ¿qué les dice López Obrador a los mexicanos que todo le creen?…
Me puso a reflexionar mucho aquél miembro de una de las instituciones milenarias cuyos principios y convicciones han protagonizado incluso revoluciones como la Francesa con su perenne frase cuasi socialista “LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD”, guía y faro de la madre de todas las revoluciones.
¿Por qué si los francmasones y los masones son hombres libres, la masonería y sobre todo aquí en Oaxaca está llena de seguidores de Obrador que es un tirano en potencia, además de un ocurrente e ignorante cuya ineptitud nos ha metido en el peor de los momentos políticos y sociales del país?
Si las logias a lo largo y ancho del mundo defienden algo, esas son las libertades, es más no puede haber un masón que no sea un hombre libre, es decir una persona que controle sus vicios, que no sea presa de sus pasiones y que enaltezca las virtudes ¿qué virtud le ven los masones obradoristas al peje?, y ¿por qué cuando una persona difiere de los dogmas obradoristas ellos atacan ferozmente a quienes disienten?
Mi reflexión fue casi inmediata y le contesté: no es lo que les dice el peje. Lo que hay que entender es lo que traen en la cabeza los obradoristas ¿cuánta ignorancia puede haber en una persona, para no darse cuenta de la desgracia en que Obrador está metiendo al país?, ¿qué condiciones menguadas educativas, de razonamiento, de inteligencia debe tener una persona para creerle al peje?
No es él, somos los mexicanos que hemos renunciado al derecho de razonar. Dicen que en el primer grado de la masonería, lo que los caracteriza es la duda ¿por qué no dudan de lo que el peje dice?, ¿acaso no se han dado cuenta que México está perdiendo sus instituciones, que al mexicano no le alcanza siquiera para la canasta básica, que estamos a merced del crimen organizado, que ninguna de las tres obras de López funciona, que el dólar -aunque cueste menos- no alcanza para un kilo de tortillas cuando en 2018 alcanzaba para dos?
¿No se han dado cuenta que las promesas del peje son ilusiones?; es decir, que no se rifó el avión presidencial, que lo vendió en una porción de su precio a un gobierno tirano, que la gasolina no cuesta 10 pesos el litro, que no tenemos un sistema de salud como el de Dinamarca, que el INSABI fracasó, que la Refinería de Dos Bocas no refina un litro de petróleo, que en 5 años no hemos crecido ni al uno por ciento del PIB, que la farmaciotota solo existe en la mente del peje, que llevamos 173 mil asesinados y contando, que militarizó el país, que se ha acabado todos los fondos de contingencias, que la economía está al borde del abismo, que el tren maya si tiró millones de toneladas de árboles, que hay más feminicidios, más infanticidios; que no ayuda a Guerrero pero sí a Cuba, Honduras, Guatemala; que manda dinero para influir en elecciones como la de Argentina apoyando a la ultra izquierda populista, que los niños enfermos de cáncer se mueren por que no hay oncológicos, que el sector salud se ha quedado sin medicinas, que los médicos protestan a diario por la constatación de médicos cubanos, que no hay camas en los hospitales, ni cunas, que no hay mantenimiento en los nosocomios, que ha aumentado el huachicol, que la corrupción sigue galopante incluso en su familia, que se entromete en las elecciones presidenciales , que quiere desaparecer a la SCJN y al INE, que se cae el metro… amén.
Digo, si esas consideraciones no las ven “los hombres libres”, menos las ven los chairos. Lo bueno es que no somos todos, habemos los que si nos damos cuenta que México tiene un grave problema con un gobierno populista, que el dinero de los mexicanos -el dinero de nuestra escasa producción y el de nuestros impuestos- es repartido discrecionalmente para ganar elecciones y por eso somos los que sí alzamos la voz.
Lo que diga el peje o cualquier Presidente de la República, debe ser COMPROBABLE, debe estar SUSTENTADO EN LOS HECHOS, porque si no es así, entonces solo son palabras y, cualquier Presidente puede practicar la VERBOCRACIA, allá del inútil que crea a rajatabla sus palabras porque para muchos como yo, lo que importa son los hechos.
El Zumbido del Moscardón
Francisco Alejandro Leyva Aguilar