Gandallas como su jefe, los senadores de Morena con tres honrosas excepciones y resaltando la de la ex Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Olga Sánchez Cordero que si sabe del tema, extinguieron el martes pasado los fideicomisos del Poder Judicial que afectan a unos 55 mil trabajadores de este poder republicano.
El mismo martes sucedieron dos cosas dignas de comentar: en primer lugar que el peje tiró la máscara a un lado y dejó ver porqué quiere meterle mano al Poder Judicial de la Federación. Rencoroso y vengativo como es, sostuvo que la SCJN no lo defendió cuando Vicente Fox quería desaforarlo por desacato. Para él, es motivo suficiente para, prácticamente, desaparecer el Poder Judicial quitándole todos los dineros ganados en luchas laborales.
Al peje no le importan las familias de los actuarios, de los jueces, de las secretarias, de todo el aparato burocrático que trabaja en el Poder Judicial, a él -y así lo dijo- le interesa vengarse de un poder que le dio la espalda y claro, embolsarse 15 mil millones de pesos para apoyar a su corcholata que nadamás, no levanta.
Justo el otro asunto es que ese mismo martes por la noche, Claudia Sheinbaum convocó en la Alcaldía Benito Juárez en el iconográfico estadio del Cruz Azul, el de las “cruzazuleadas” a treinta y seis mil morenistas que le caben a dicho estadio y no llegaron ni 5 mil, por lo que la corcholata no salió a dar un discurso de esos que son somnífero puro y en su lugar, el dirigente de Morena Mario Delgado, salió a regañar a los organizadores del fracasado evento.
Los escasos asistentes, ni siquiera se esperaron a que Mario Delgado acabara su discurso y se salieron del estadio. Esa fue una genuina “cruzazuleada” que recordó el inicio de campaña de Josefina Vásquez Mota y que la llevó hasta el tercer lugar de la contienda presidencial en ese año 2012. Ese será el estigma también de Claudia Sheinbaum, más el metro.
López sabe que si no hay dinero para la campaña, para el acarreo, no más no va a poder vencer a una Xóchitl Gálvez que cada día se posiciona más en el colectivo de la ciudadanía. La prueba de que sin acarreados Morena no es nada, fue justamente este martes cuando la candidata ni siquiera salió a escena y en una ciudad que ella misma gobernó y en donde se supone que tiene a la mayor parte de su coto político electoral.
Y el dinero fácil -con sus votos en el Congreso de la Unión- está en los fideicomisos del Poder Judicial, por eso la insistencia de López por extinguirlos y pasarlos a la Hacienda Pública para que, desde ahí, él pueda hacer uso discrecional de esa cantidad de dinero con la que se mantienen miles de ciudadanos que trabajan para México.
Eso es grave, pero si ya se metió con esos fideicomisos ¿qué le impide meterse con otros dineros como los ahorros en las AFORES?, ¿Qué le impide que si ya se acabó el dinero público -y ya se lo acabó- se comience a meter con, por ejemplo el dinero de otros sindicatos como el de los maestros, el de los petroleros, el de los telefonistas, el de los trabajadores de la salud?.
Amlo es un barril sin fondo que no sabe administrar ni su casa, por eso presume sus doscientos pesos en la bolsa, porque nunca ha trabajado y no tiene la más remota idea que, para regalar dinero, primero hay que producirlo y llevamos cinco años seguidos sin crecimiento en el Producto Interno Bruto
López y Morena aprovecharon el hartazgo de la ciudadanía a regímenes del PRI y del PAN por eso ganaron y muchos dicen que con la ayuda de Enrique Peña Nieto, pero son incapaces de ganar una elección si les quitan los inagotables -aunque si se agotan y el peje se los gastó todo en tres elefantes blancos- recursos del erario mexicano.
Desde el fondo de estabilización que sumaba unos 300 mil millones de pesos, hasta la extinción de más de 60 fideicomisos y ahora los 15 mil millones del Poder Judicial, el peje a dilapidado toda la riqueza de México en sus caprichos y en mantener contentos a los militares y a los narcos.
¿Qué nos queda?… fácil ¡salir a votar en masa!
Miles de esos empleados del Poder Judicial que son afectados hoy, votaron por López en 2018 y están arrepentidos y así muchos millones de mexicanos también lo están, porque Andrés no es un hombre de izquierda, sino un payaso autoritario que es y seguirá siendo -si no lo paramos en seco- UN PELIGRO PARA MÉXICO.
El Zumbido del Moscardón
Francisco Alejandro Leyva Aguilar