El elefante estornudó y las hormigas pensaron que le había dolido el pellizco…
La renuncia de Alejandro Murat Hinojosa, se da en un contexto de crisis no solo en el PRI, sino en todos los partidos políticos de México y del mundo. Crisis en los valores, en los principios, en la ideología partidista pero sobre todo una inmensa crisis de credibilidad.
La era de la globalización y de las tecnologías de la información (TIC´s), hacen que los sucesos circulen casi de inmediato en las redes sociales por todo el orbe, así comenzó la primavera árabe en Egipto y así cayeron gobiernos como fichas de dominó, sobre todo en esa parte del mundo donde las TIC´s abrieron conciencias.
Lo mismo está sucediendo en México. Hay una crisis de credibilidad de los partidos motivada en mucho, por los actores políticos que han dejado de lado el pudor y, con todo cinismo, ocupan el poder en beneficio propio.
Entiendo que Alejandro Murat, joven y preparado como es, ha visto -como dice Steve Jobs- el horizonte y sabe que ahí, no hay espacios para los partidos políticos, sino para liderazgos de carne y hueso que de alguna manera puedan llevar esperanza a las comunidades donde existe desesperación por lo que les está pasando.
Educación deficiente, economía precaria o paupérrima en algunas partes del país, inseguridad casi extrema, ausencia de valores en la sociedad, gobierno indolente y ausente, muerte, dolor y desesperación son algunos de los problemas que enfrentamos los mexicanos día a día y que, no hay siquiera una estrategia trazada para resarcirlos.
De todo eso dan cuenta las redes sociales, de todo eso nos enterramos los mexicanos y lo mismo sucede en el resto del orbe por eso estamos viviendo una revolución de las conciencias y es fácil poner ejemplos. Ahí está Argentina que decidió por Javier Milei con un 78 por ciento de asistencia electoral, porque querían erradicar el peronismo de su gobierno.
Y lo mismo puede pasar aquí en México en 2024, porque la ciudadanía ha despertado, por tanto, se dan cuenta perfectamente de lo que tienen que hacer para recuperar sus libertades y en esas decisiones, más que partidos políticos hay coaliciones, alianzas que han sacrificado ideologías para sumarse a la ciudadanía.
Alejandro Murat en su video de renuncia al PRI, explica esa crisis de liderazgo y de valores y marca distancia de un partido político que, en los números, es el más repudiado de acuerdo a mediciones de muchas casas demoscópicas, problema en que lo han metido algunos miembros que se excedieron en el uso del poder y además por los ataques frontales de López que, pareciera, quiere desaparecer al tricolor.
Murat Hinojosa, no se va del PRI simplemente con una renuncia, sino proponiendo una Alianza Progresista por México y si entiendo bien, ese alianza debe ser con el pueblo. Él dice que será un espacio abierto de discusión, diálogo y reflexión para todas y todos los mexicanos sin distinción para que puedan participar, de esta manera podrán crearse liderazgos que abanderen causas.
Dice un clásico “la política es de circunstancias” y yo digo que también es de causas. Quién logre abanderarlas podrá ganarse un espacio en la historia de nuestra nación y me parece que Alejandro Murat se dio cuenta en el momento adecuado de las circunstancias que vive el país y tiene claro su camino. Por tanto no debe sorprendernos su renuncia, porque no es un tema local, sino seguramente enmarcado en negociaciones de muy alto nivel con actores políticos de ese nivel que en Oaxaca no se alcanzan a dimensionar y seguramente en próximos días vamos a tener más información y más sorpresas.
Claro que en la aldea y sobre todo en el hormiguero, no alcanzan a entender éstas circunstancias, por eso las hormigas piensan que al Elefante, le dolió el pellizco.
El Zumbido del Moscardón
Francisco Alejandro Leyva Aguilar