No hace mucho en el istmo de Tehuantepec, detuvieron a una camioneta que llevaba documentación oficial del Registro Civil y de Migración, pero apócrifa. La nota la dieron diversos cables informativos desde la llanura istmeña y en la capital del estado y la pregunta obligada es ¿para qué llevaban esos individuos papelería oficial?
Hoy sabemos que hay por lo menos una caravana de cerca de 60 mil migrantes que estarían llegando al istmo de Tehuantepec y hay una posibilidad de que muchos de esos migrantes, engrosen las filas de ciudadanos mexicanos registrados de manera extemporánea, es decir les van a sacar papeles oficiales para quedarse y votar en México.
El motivo para quedarse, es muy sencillo: ellos serán la base electoral que necesita Morena para ganar las elecciones de 2024, porque en una elección de ese calibre, un solo voto cuenta y la cantidad de migrantes en México es abrumadora. Las casas de campaña en donde viven y esperan estos migrantes, están salpicadas por todo el territorio estatal, nacional y también en la capital del país.
Por eso hay una gran inconformidad de habitantes por ejemplo de San Sebastián Tutla en Oaxaca donde el Gobierno de Salomón Jara permitió la llegada de miles de migrantes que serían trasladados desde ahí, a la ciudad de México con las consecuencias que ya conocemos sobre todo en materia de salubridad publica porque los migrantes necesitan hacer sus necesidades fisiológicas y ocupan cualquier terreno baldío.
Amontonados en los OXOs, los migrantes esperan como mariposas en una lámpara que sus familiares en Haití, el Salvador, Venezuela, Nicaragua, Honduras y demás países con gobiernos populistas de izquierda, que sus familiares les manden dinero por la vía de estas tiendas de conveniencia.
En el sexenio de López Obrador, han entrado a México poco más de medio millón de personas y eso pareciera que es parte de la política migratoria del Gobierno Federal puesto que en otras sexenios la migración de países centro americanos y del caribe, había sido mucho menor y nunca habíamos padecido una crisis migratoria de estos niveles.
El New York Times, sostuvo en uno de sus titulares que “las políticas de AMLO, han contribuido al auge de la migración hacia Estados Unidos” y entrevista en su casa a una hondureña de nombre María Magdalena Ferrufino Núñez que le comenta al rotativo que le llegó el rumor del que el Presidente de México estaba ayudando a los migrantes que se iban al norte en busca de una mejor vida.
“Escuché que les estaba dando la bienvenida a las caravanas”, dijo Ferrufino quien tiene 55 años de edad y que viajó con su hijo desde Honduras hasta Ciudad Juárez, donde vive en un refugio mientras espera para poder solicitar asilo en los Estados Unidos.
Claro que la apertura del gobierno mexicano a la migración ha colapsado las fronteras sur y norte de nuestro país, porque los oficiales de migración no se dan abasto para atender tantas peticiones de tránsito por el territorio nacional e incluso han tenido que detener a los migrantes con las consecuencias que ya conocemos en Ciudad Juarez donde murieron calcinados unas 40 personas por negligencia de las autoridades del Instituto Nacional de Migración.
Desde el Gobierno de Donald Trump, le pusieron un alto al paso de los migrantes en México que ocupó 30 mil efectivos de la Guardia Nacional para detener el flujo de migrantes en el Suchiate chiapaneco, sin embargo conforme se acerca la elección de 2024, esos miles de migrantes sirven como ciudadanos mexicanos, con registros extemporáneos para que el peje garantice los números que le ofrecerá a Claudia Shienbaum para que sea la primera mujer Presidente de México, eso y otros “esfuerzos” como la presunta relación con el narco, los militares y los millonarios desfalcos al erario para las campañas de Morena.
Estrategia electoral diseñada por los ideólogos del populismo de izquierda centro y suramericano y plasmados en los protocolos de Sao Paulo. Esperemos que quien gobierne México después de López, se dé cuenta del mayúsculo problema en que el peje ha metido a nuestro país y corrija, de lo contrario, ya no vamos a tener país.
El Zumbido del Moscardón
Francisco Alejandro Leyva Aguilar