Los negocios de Jara

El insufrible gobernador de Oaxaca Salomón Jara, diezmado por un derrame cerebral, dijo en su conferencia mañanera (copy-paste de la de López), que no le importa que el ex gobernador Alejandro Murat se sume a la campaña de Claudia Shienbaum o a la cuatroité, dijo que “no habrá impunidad”.

Al serrano ya se le olvidó que el “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, propuso un HOMENAJE a Alejandro Murat porque, dijo, “ayudó mucho a la transformación de Oaxaca” y bueno, lo dijo porque permitió el trabajo de la federación en los pueblos y comunidades de la entidad. La súper carretera a la costa que el peje prometió que estaría lista este noviembre, casi la termina Murat Hinojosa a no ser porque las comunidades quieren sacar provecho económico -a parte de la plusvalía de sus tierras- de la construcción de esa importante vía.

Por cierto, ya no la va a inaugurar López y así como vamos y con apenas unos kilómetros de distancia para terminarla, ni Salomón Jara la podrá inaugurar porque para eso se necesita un buen negociador y tiene en la General de Gobierno a un hirsuto secretario de nombre Jesús Romero que no puede negociar más que terrenos con Netzahualcóyotl Salvatierra para construir hoteles privados en un jugoso negocio para ambos.

Las promesas de Jara sobre la no impunidad, se le han caído una por una. Los ex funcionarios que están en la cárcel, lo están porque en realidad cometieron errores administrativos y sus carpetas de investigación, ni siquiera iniciaron en este sexenio, sino en el del ex gobernador Murat, porque él si les advirtió a sus funcionarios, las responsabilidades del mal uso del recurso público.

¿Qué viene en ese fin del primer año del gobierno de Salomón Jara?, pues sencillo subejercicios multimillonarios, dinero que hay que regresar a la federación por la ineptitud de los funcionarios públicos ineptos que ha puesto en lugares clave de la administración estatal, dejando así a Oaxaca sin la inversión necesaria.

Por eso a Jara le cayó como anillo al dedo el Huracán Otis en Guerrero, porque le redujeron 7 mil millones de pesos del presupuesto oaxaqueño, para mandarlo a los damnificados de Guerrero y claro, para las dádivas electorales de su patrón para la campaña de Sheinbaum.

No obstante dice ufano que no va a ceder en las investigaciones en contra de exfuncionarios de Alejandro Murat, el problema es que quien la hace de investigador judicial, el excéntrico y muy pesado Consejero Jurídico del ejecutivo de nombre Geovanni (así se llama), Vásquez Sagrero, no es capaz de controlar ni su peso (yo lo conocí en el el gobierno municipal de Gabino cuando era delgado) y, claro menos controla los expedientes y la información que le pasa y mal al Gobernador dejándolo en ridículo.

Ahí están los casos de los hermanos Conzatti y del pleito familiar que tiene con Jorge Merlo al que las denuncias y las ordenes de aprehensión en Oaxaca, le hacen lo que el viento a Juárez, él vive feliz en la bota Italiana y no tiene prisa por venir a Oaxaca a verle la cara al consejero jurídico al que hace unos días dejó en ridículo.

A quienes sí está presuntamente investigando la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), es a funcionarios de esta administración y el problema no es menor. Parece que existe una investigación a la Secretaría de Turismo nada más y nada menos que por lavado de dinero.

Dicen los que saben, que los conciertos de artistas exclusivos que vienen a llenar el auditorio Guelaguetza de la capital oaxaqueña, tienen como finalidad el lavado de dinero de algún grupo criminal que se ha asentado en nuestro territorio, probablemente con la complicidad de algunos funcionarios y lo piensan de esa manera, porque en el informe del Gobernador Salomón Jara nunca se informó sobre el costo de estos conciertos y el retorno de inversión de los millonarios actos que se han hecho en la rotonda de la azucena.

¿Quién es el empresario detrás de estos conciertos?, me parece que la UIF anda tras los pasos de esta persona justamente para deslindar las responsabilidades de posibles funcionarios que estén involucrados.

El Zumbido del Moscardón
Francisco Alejandro Leyva Aguilar

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